Arthur Conan Doyle

Edimburgo, 1859

Aunque él habría querido ser recordado por su literatura histórica, es sin embargo su excéntrico detective Sherlock Holmes el que le ha hecho pasar a la historia de las letras. Con un estilo directo, vibrante y colorista Conan Doyle se convirtió, a través de sus relatos de misterio, en uno de los mejores cronistas de la Era Victoriana.

Además de las novelas protagonizadas por Holmes, sus obras dedicadas al Profesor Challenger, así como sus incursiones en géneros incipientes como la ciencia ficción o el género histórico, tuvieron una gran difusión y relevancia, convirtiéndose en verdaderos clásicos de la literatura popular.

Fue un activista en favor de la justicia y de ciertas causas internacionales como la independencia del Congo. También son conocidas sus intervenciones como abogado y su defensa del espiritismo y de la existencia de hadas, temas que se pueden adivinar en sus libros de Challenger y en algunas de las aventuras de Holmes.

Murió en 1930 debido a un ataque al corazón a los 71 años de edad.